¿Piel sensible?

Lucir esas odiosas rojeces tan molestas en los pómulos, tirantez, picores, irritación, sensación de ardor…

Estas son las principales características de una piel sensible.

¿Las causas? 

Pueden ser muy variadas. Factores vasculares, factores externos, tales como el ritmo de vida o las inclemencias del tiempo (el viento, el frío, el sol, la contaminación…) pueden ser algunos de los motivos.

La sensibilidad  facilita la evaporación del agua de la piel, lo que contribuye a que se deshidrate y se seque con mayor facilidad. En consecuencia, las paredes de los capilares se vuelven más frágiles y aparecen las rojeces, mucha sequedad e incluso descamaciones.

Pero ojo, no por el hecho de que un ingrediente de alguna sustancia nos haga reacción, tenemos que tener una piel sensible. Ni tampoco porque tengamos poca tolerancia al sol en Agosto. No debemos confundir una piel sensible con una reacción ante agentes irritantes.

¿Qué debemos hacer para combatir la piel sensible?

• Para empezar, debemos mejorar nuestra alimentación. Deberíamos  incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina C, como kiwis y naranjas y reducir o eliminar el consumo de bebidas alcohólicas y de alimentos picantes o que contengan especias.

• Los cambios de temperatura también afectan mucho a nuestra piel, sobre todo si es sensible. Debemos intentar dentro de lo posible evitar los lugares demasiado calientes y húmedos, como los baños de vapor y las saunas. ¿El motivo? Estos cambios tan bruscos conllevan a la rotura de los vasos capilares, de ahí el enrojecimiento en las mejillas.
• Debemos protegernos bien del sol e hidratar nuestra piel abundantemente con cremas con alto contenido en grasa que ayuden a reconstituir esa capa de nuestra piel dañada con fórmulas hipoalergénicas, es decir, con pocos ingredientes, sin perfumes, sin conservantes y sin alcohol.

¿Qué os recomiendo?

Para estos casos Oriflame tiene la Línea Optimals NutriCalmTM. Una gama compuesta por crema de día, de noche y Mascarilla, dermatológicamente probadas. Su función es la de calmar e hidratar. Entre sus componentes: Grosella negra, flavonoides y saponinos y un agente exclusivo hidratante que previene la sequedad y ayuda a mantener la función de la barrera protectora de la piel al reducir la evaporación de agua de la piel.

Si tienes piel grasa te recomiendo utilizar la Crema de noche y combinarla con otro producto específico para piel grasa.

Yo la he probado y doy fe de ello. ¿Y tú?